El castigo de Soraya

Cuando vi “The Stoning of Soraya M.” (La lapidación de Soraya) quedé impactada. Es una de esas películas que te provocan un sentimiento de ira y enojo, que realmente te transmiten los sentimientos de sus protagonistas y te hacen sufrir al mismo tiempo. Es una película basada en hechos reales. Hechos demasiado extremistas para este lado del mundo, en donde lo único que piensas al verlos es: “No, eso no es real”, “Eso pasaba hace mucho tiempo, pero ya no”.

La historia lamentablemente real, trata sobre un “justo” castigo que reciben las mujeres en el Medio Oriente por cometer crímenes morales, o sea: adulterio, no dejarse maltratar, ver a los ojos a su marido, no servirle la sopa caliente, hablar, pensar, respirar… hasta por ser violada te castigan. En este tipo de justicia, la peligrosa criminal es enterrada en el suelo de forma que lo único que quede expuesto sea su cabeza. ¡Y ahora sí! A apedrearla como Dios manda, que eso se buscó la canija.

Pues bueno, recientemente ha circulado en los medios una noticia bastante parecida a la de Soraya, y es que en pleno siglo XXI sigue habiendo países en donde esa práctica es común. La noticia es acerca de una joven asesinada en Afganistán gracias a estas prácticas salvajes, las cuales son impulsadas a mi parecer, por mierda en la cabeza y una pizca de machismo (que podría decirse que es lo mismo).

Fue condenada a muerte por tratar de escaparse con su verdadero amor, ya que su familia la había casado con un hombre que no era de su agrado; desde ahí comenzamos mal. Después, al descubrirse el plan de escape, decidieron que el castigo que merecía, era morir de la forma más inhumana y dolorosa posible, y su novio recibir 100 latigazos.

¿Por qué los partícipes y espectadores de este tipo de actos están de acuerdo con semejante criminalización? ¿Quién es la sociedad para juzgar de forma tan enérgica actos que no le incumben? ¿Por qué satanizar a la mujer por algo que no cometió sola?

Lo lamentable del hecho es que es una práctica común, y en muchas comunidades de países que conforman el Medio Oriente el gobierno no tiene poder, ya que ellos se rigen bajo sus propias reglas y creencias religiosas, así que no está fácil que cambien de parecer respecto a muchos temas. Lo que estaría bien (nosotros que podemos) sería cuestionar el papel que tiene la mujer en la sociedad y considerar si es juzgada de la misma forma que un hombre. No permitir la desigualdad y analizar si con nuestros comportamientos o comentarios estamos agrediendo a nuestro propio género lejos de buscar un equilibrio.